La necesidad de un tractor
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La noticia de que ya se cuenta con el prototipo de un tractor cubano generó una gran cantidad de comentarios favorables.
La noticia de que ya se cuenta con el prototipo de un tractor cubano generó una gran cantidad de comentarios favorables, generalmente en el sentido de que eso será otro símbolo de nuestro desarrollo y soberanía tecnológica.
Nuestra industria mecánica ha demostrado que puede construir equipos agrícolas complejos con buena calidad. Conocidas son las combinadas cañeras que tradicionalmente se han fabricado y los últimos modelos compiten con cualquier producto extranjero de firmas poderosas.
Las tractolvas hechas en Cuba son en realidad un tractor con una tolva para sacar la cosecha de las combinadas y evitar que estas tengan que salir del campo. La mayoría de nuestras gradas, arados, remolques y muchas otras máquinas agrícolas son productos cubanos.
¿Se necesitan más tractores?
Algunos se cuestionaron su necesidad basados en que en Cuba hay una cantidad suficiente de tractores. En efecto, contamos con más de 60 mil, pero una cosa son los números y otra la realidad práctica.
La enorme mayoría de estos equipos ya tienen varios decenios de explotación, su tecnología es obsoleta, les faltan o están muy deteriorados sus componentes principales, etc. Nuestro país ha venido realizando importantes inversiones para la adquisición de tractores modernos y la reparación de los existentes, pero esto no es suficiente, ni podrán ampliarse los volúmenes debido a las limitaciones financieras.
No solo se necesitan tractores nuevos para reponer los de baja o en muy mal estado, sino que continuamente se amplían las áreas productivas, se crean nuevas fincas, se incrementan las producciones en las áreas en explotación y eso aumenta la demanda de yuntas de bueyes y de tractores.
Cómo obtener un tractor nuevo
No es posible quitar tractores a unos productores para dárselos a otros que los necesitan para el incremento de sus producciones. Se necesitan tractores nuevos.
Para ello hay tres vías. La primera es importarlo, pero sus precios son cada vez más elevados, y los modelos actuales distan mucho de la durabilidad y simplicidad que tenían los que venían hace muchos años de la Unión Soviética y que aún están en uso. La segunda posibilidad es reconstruir los tractores obsoletos: ponerle motores y otros componentes nuevos y obtener un equipo comparable con cualquier modelo moderno. Esto se sigue haciendo.
Tractor Magric 80.2, fabricado por Holmeca, un tractor construido en Cuba
La tercera vía es construir un tractor en Cuba. Tras una sugerencia del presidente Díaz-Canel, en tiempo record la Empresa Mecánica Holguín “Héroes del 26 de Julio” (Holmeca), procedió al diseño del tractor que llamaron Magric 80.2, y el mismo fue ensamblado en la UEB Fábrica de Implementos Agrícolas “26 de Julio”.
Para ello se utilizó el motor, la caja de transmisión y otros componentes que ya se utilizaban en la fabricación de las tractolvas, que son de importación. Se le incorporaron un grupo importante de componentes de producción nacional: carrocería, cabina, llantas delanteras, puente de dirección, sistema de tres puntos para el levante de los implementos, y otros elementos. En su etapa de fabricación en serie se irán incorporando otros elementos hechos en nuestro país.
Es un tractor de 80 caballos de fuerza y tracción trasera, comparable por sus características a cualquier otro tractor de su clase, y que puede utilizarse para realizar labores de roturación, cultivo, fertilización y transporte, entre otras.
El Magric 80.2 será sometido a prueba próximamente en campos de la provincia de Granma. La evaluación correrá a cargo del Instituto de Investigaciones de Ingeniería Agrícola, explica el ingeniero Rubier Luaces Ledea, director técnico de Holmeca.
En base a los resultados de la evaluación de este prototipo se harán las correcciones pertinentes y se procederá a construir una cantidad pequeña (serie cero) para continuar las pruebas y pasar a la producción en serie.